La
afinación consiste en poner en tono los instrumentos musicales en
relación con un diapasón, adecuándolos al tono justo. El tono es
la frecuencia de la percepción de un sonido. Los instrumentos
producen vibraciones y estas vibraciones producen el sonido que se
oye. Esas vibraciones se miden en hercios (Hz).
Un
diapasón
es un instrumento de metal elástico en forma de “U” que se
golpea para hacerlo vibrar y producir un tono determinado. El
diapasón más utilizado es el denominado “La
440” que produce una nota “La” con una
vibración de 440 Hz.
También se
utilizan afinadores electrónicos pudiendo estar adaptados a
diferentes instrumentos.
A lo largo de la historia se han
usado diversos estándares de afinación hasta que en el siglo XX la
“Organización Internacional de Estandarización” aceptó que el
“la” encima del “do” central se debía afinar a 440 Hz.
En
las orquestas de cámara y sinfónicas se toma actualmente como
referencia el “la” a 442 Hz. En los grupos de música barroca se
suele afinar a 415 Hz y la del período clásico a 432 Hz.
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